La industria del reciclaje en Chile está atravesando una etapa de transformación impulsada por la implementación progresiva de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y el Decreto 12, que regula la gestión de envases y embalajes. Un reciente informe de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (ASIPLA) reveló que la valorización de residuos plásticos ha experimentado un crecimiento sostenido durante el último año, especialmente en categorías como PET, PEAD y PP. Este avance refleja un mayor compromiso de las empresas productoras y recicladoras, así como un fortalecimiento de la infraestructura destinada a la economía circular.
A pesar de estos avances, el sector enfrenta desafíos clave para seguir creciendo. Entre ellos destacan la necesidad de aumentar la segregación de residuos en origen, mejorar la trazabilidad de los materiales recolectados y ampliar la capacidad de procesamiento a nivel nacional. También persisten brechas en educación medioambiental y acceso a puntos limpios, especialmente en comunas que aún no cuentan con sistemas de reciclaje domiciliario. Estos factores limitan la cantidad y calidad del material que llega a las plantas de valorización, afectando el potencial de crecimiento de la industria.
Sin embargo, el panorama es prometedor. El impulso normativo, las inversiones privadas y la creciente conciencia ciudadana están posicionando a Chile como un referente regional en gestión de residuos. El aumento en la valorización de plásticos no solo reduce la presión sobre los rellenos sanitarios, sino que también genera nuevas oportunidades para empresas del rubro, como centros de acopio, plantas de selección y gestores autorizados. Este contexto abre la puerta para que más organizaciones se sumen a la economía circular, integrando prácticas sostenibles y contribuyendo al cumplimiento de las metas ambientales del país.